24 de abril del 2022

La esquina fronteriza de lo pensable (EZ)

Asunto: Trabajo escrito 

Estimadx consteladxr de estrellas:

Este escrito lo realicé para la clase de Tradiciones teatrales de artes
escénicas. El presente texto manifiesta no saber más que las leyes que esconden lo impensable, aquellas luciérnagas que alumbran la línea de lo permitido, lo prohíbo y terminaron asesinadas por el desconocimiento. ¿Acaso el cuerpo es testigo del infortunio en la obra de Sófocles, Edipo rey? ¿los indicios del no saber viven en las manos y ojos del sesgado? ¿pueden los tobillos y pies contarnos más sobre Edipo que él mismo? El pecado de no conocerse a sí mismo liberó en Edipo Rey la peste por un hado manifiesto e ignorado por quien debía saberlo.
El escrito surge por la necesidad de investigar la contradicción del personaje y observar si desde la acción escrita podemos analizar el cuerpo y si este refleja el mismo carácter y sucesos de la obra.

Pero… cuando

Me pregunto

Sobre la ontología del ser…

¿Qué es manifiesto?
Lo que está dicho,
Inscrito en las leyes humanas, Como las flores,
Que aparecen sin remedio,
Sin Remedios quiero vivir,
Pero con ojos, sin sacarlos
Por la noche oscura de la ignorancia.

Rancia vida, olor, olfato muerto Como Yocasta,
Colgada y amarrada,
El hada que sale de las cortinas.

Y es puente 

Entre cuello

Y piso.

Edipo reside en el abismo De la existencia

El dolor de la vida,
La aguja del botón,
La punta filuda que traspasa y hiere el alma.
El espíritu
Al otro
A las polis.
Tebas, todos, a totalidad, sin remedio, tebanos, mundanos, bogotanos, a todos, todos sienten todos,
Están en el corazón de Edipo.

Manifiesto nostálgico estilo Dada a Edipo.

Manifiesto cómo no logro ahora, en este instante, en el momento justo
y dado, hado, arrebatado, aruñado, desangrado por el tiempo atravesar mi experiencia desde las letras de Sófocles, siempre vivo, al parecer en el inconsciente colectivo que teme, ama e idolatra, como a Yocasta y su trágica muerte. En las esquinas de mi memoria residen los acontecimientos de Edipo, sí sí, en aquella esquinita de la vida donde late a pulso violento por el miedo de atravesar la desventura del rey.

Qué es Edipo ahora, si no un manifiesto que grita porque lo lean, para
ser anhelado por los amantes de los textos místicos. La peripecia, cambio de acción en sentido contrario, es uno de los corazones en Edipo Rey, así como la acción. Mientras releo el libro, las imágenes se condensan en huellas vibrantes liberándome del tedio de la vida cotidiana. Sí, Edipo resulta extracotidiano, fuera, como el centro que no se ve, pero existe.

Cambio de estilo

¿Qué es el mito?

El mito ha funcionado a lo largo de la historia como una palabra polisémica. El origen místico de la humanidad que fundamenta el mito sirve para relacionarnos en posición o contraposición con aquellos núcleos repetitivos universalmente; es decir, el mito es una estructura que como bien explica Levi-Strauss, opera en lugares distantes del mundo, y cualquier persona podría entenderlo pues se inscribe más allá del lenguaje y opera en él mismo.

El mito de Edipo ha sido un posicionamiento de muchos autores para dilucidar al humano. El teatro mismo se encarga de permitirnos observar en las tablas, la vida pulsando desde las decisiones que desembocarán en un hado manifiesto, causando una catarsis en el participante. Todos lamentamos la herida vital de Edipo, aquel impedimento de cambio absoluto nos frustra, nos envuelve en el temor de vivirlo, somos parte de las palabras que laten en Tebas de condena a aquel que mató a su padre y tuvo hijos con su madre.
El cuerpo
¿Qué oposiciones, o dicotomías dice el cuerpo de los personajes en Edipo Rey? ¿acaso los objetos que lo adornan son más que eso? ¿pueden verse desde una perspectiva semiótica? ¿qué narra el cuerpo en la construcción en la poética de la obra?

La cabeza

Con lo anterior, podemos observar puntualmente cómo la cabeza en Edipo tiene una funcionalidad diversa, si bien se presenta para reclamar con piedad por el bien común ante el Rey en actitud de súplica, también es el elemento principal a la hora de traer buenas noticias.

En ambos casos, existe el Laurel como flor de victoria y buenas noticias: “sacerdote. – ¡Por lo que se puede adivinar, viene complacido! En otro caso no vendría así, con la cabeza coronada de frondosas ramas de laurel” (p.314).

Pero es a la vez, ramo de súplica a los dioses y gobernantes, símbolo de enfermedad al no poder ascender del piso por la muerte:

“Oh, hijos, ¡descendencia nueva del antiguo Cadmo! ¿por qué estáis en actitud sedente ante mí, coronados con ramos de suplicantes? (…) “La ciudad, como tú mismo puedes ver, está ya demasiado agitada y no es capaz todavía de levantar la cabeza de las profundidades por la sangrienta sacudida” (pg. 312).

La cabeza entonces tiene doble funcionalidad. Primero como símbolo de alivio a las penas de Edipo y señal de buen augurio; y segundo como lugar propicio para la enfermedad sangrienta y terrible por el hado fatal.

Las manos

Las manos, primeras herramientas para el humano son espejos adversos de la realidad de Edipo. Las manos reflejan la peripecia del personaje, con ellas asesina a su padre, toca a su madre y da amor a sus hijos. Ellas mismas hacen de instrumento para quitarse los ojos al descubrirse a sí mismo sesgado toda la una vida aún con la luz de los astros, los paisajes obtenidos y las profecías de su propia vida.

Los pies

Nacidos con los pies inflamados, hijos de la tierra según Levi- Strauss. En ellos reside el destino trágico de padre e hijo. Con ellos dan paso a las decisiones que sin saberlo serían la misma perdición de cada uno.

La lengua

Perdido en la palabra, Edipo sentenció y llevó su discurso a ser otro, con significado contrario a lo que dice. Las palabras en sentido doble son como el mismo Edipo. Existe en el centro fuera de su discurso, como Dios quien observa fuera de la tierra, pero aun estando dentro de la naturaleza, late y significa. Así parecen ser las palabras para Edipo: observadas desde afuera, pero existiendo con otro sentido dentro del mismo.

Su ser en sí

Como menciona Jean-Pierre Vernant y Pierre-Vidal Naquet:
“Edipo es doble, enigmático. Desde el principio al final del drama sigue siendo psicológica y moralmente el mismo: un hombre de acción y de decisión, de un valor que nada puede abatir, de inteligencia avasalladora, y al que no se puede imputar ninguna falta moral, ninguna infracción deliberada a la justicia. Pero sin haberlo querido ni merecido, este personaje edípico se revela, en todas sus dimensiones, social, religiosa, humana, inverso a lo que aparecía al frente de la ciudad”. (p. 109)

Es decir, Edipo es en sentido doble por sí mismo, significa una cosa al inicio y por capas ocultas, es a la vez doble

ESTILO DADAÍSTA SOBRE EDIPO

Edipo significa, signo, símbolo, nombre, silencio, grito ahogado, EDIPO. Él mismo es un enigma, EDIPO.
Plegado en el hado, EDIPO. Cuerpo y mente conducidas a un cambio violento, EDIPO. Sabios profetas ciegos y videntes, EDIPO.

Salvación y muerte en Tebas, EDIPO.
Ceguera y mirada, mirada que abarca, que engaña, que hace creer que lo real es lo que ve, EDIPO.

Reflexión final

Al final, podríamos concluir cómo el cuerpo sí cuenta la contradicción de Edipo, y esta parece heredarse, por ejemplo, a su hija Antígona quien vive en la misma línea fronteriza de lo permitido, de lo pensable. Ella hija del incesto que no puede reflejar las reglas del parentesco y está inscrita de forma diferente en el mundo: su voz parece masculina por enfrentarse a su tío, morirá sin tener hijos, morirá sin casarse. Ella misma es la frontera como su “padre”.

Como vemos, Edipo inspiró a la humanidad por tratar todos los temas que a un humano logran acongojar desde lo más vidrioso del acontecimiento: el incesto, el parricidio, el suicidio, el desconocimiento, la muerte. En fin, Edipo me moviliza a la conmoción, al desespero del hado y me invita a tocar con la voz, hablar con las manos, ver con los pies, pensar con las rodillas, descentrar la cabeza, hablar todas las lengua(s)y sentir con las letras.

(P.D: Diríjase a la carta NS, esa estrella dialoga con bóvedas celestes actuales)